Almudena Ríos en la portada de su artículo "Tu Cerebro está hackeado".

Comprendiendo la Adicción a la Tecnología.

En el contexto digital actual, donde los dispositivos tecnológicos son herramientas esenciales de nuestra vida cotidiana, la adicción a la tecnología emerge como un fenómeno complejo, moldeado por factores neurobiológicos, psicológicos y sociales. Para comprender esta problemática, es necesario desentrañar su concepto central y explorar las dinámicas que perpetúan este comportamiento.

Introducción al Concepto:
¿Qué es la adicción a la tecnología?

La adicción a la tecnología es una dependencia conductual caracterizada por el uso compulsivo de dispositivos digitales, que interfiere significativamente en la vida diaria del individuo. Aunque no implica consumo de sustancias químicas, comparte similitudes con las adicciones tradicionales, ya que activa los mismos sistemas cerebrales relacionados con la recompensa, principalmente a través de la liberación de dopamina. Este neurotransmisor genera sensaciones placenteras al utilizar tecnologías como redes sociales, videojuegos o servicios de streaming, creando un ciclo de gratificación inmediata y refuerzo constante. (The Guardian).

 

Neurociencia de la Adicción Digital.

Distinción entre ‘querer’ y ‘gustar’:

En nuestra entrada de blog anterior, exploramos cómo la adicción a la tecnología activa los sistemas cerebrales de recompensa, liberando dopamina y generando sensaciones placenteras que fomentan un ciclo de gratificación inmediata y refuerzo constante. Ahora, profundizaremos en la neurociencia de la adicción digital, diferenciando entre los conceptos de ‘querer’ (wanting) y ‘gustar’ (liking), y cómo esta distinción influye en el uso compulsivo de dispositivos digitales.

El trabajo seminal de Berridge & Robinson (1998) sentó las bases para comprender la diferencia entre ‘querer’ y ‘gustar’ en el cerebro. El ‘querer’ se relaciona con la motivación y la búsqueda de recompensas, mientras que el ‘gustar’ se asocia con el placer genuino experimentado al obtener dichas recompensas. Investigaciones posteriores han demostrado que es posible desear algo intensamente sin necesariamente disfrutarlo al obtenerlo. Este fenómeno se observa en la adicción digital, donde los individuos sienten una fuerte compulsión por revisar notificaciones o interactuar con redes sociales, pero la satisfacción es mínima o efímera. Estudios más recientes, que examinan el impacto de la tecnología en la plasticidad neuronal y la corteza prefrontal (por ejemplo, experimentos con neuroimagen funcional en usuarios intensivos de smartphones), muestran que la exposición prolongada a estos estímulos altera circuitos de control inhibitorio y genera un desequilibrio entre las redes de motivación y las de disfrute real. Berridge, K. C., & Robinson, T. E. (1998).

Sistemas Cerebrales Implicados:

En cuanto a la neuroanatomía, el ‘querer’ está ligado a la actividad de estructuras subcorticales, particularmente el núcleo accumbens y la amígdala. Estas regiones facilitan la anticipación de la recompensa y el impulso por obtenerla. Por otro lado, el ‘gustar’ involucra la ínsula y la corteza orbitofrontal, áreas que participan en la evaluación subjetiva del placer y el valor hedónico de la experiencia. Cuando el circuito del ‘querer’ se ve hiperestimulado por estímulos digitales (como la promesa constante de notificaciones, “me gusta” o nuevos contenidos), la respuesta del ‘gustar’ no aumenta de forma equivalente, generando un vacío hedonista: se desea más pero no se disfruta más.

Este desajuste puede tener repercusiones en la salud mental. La sobreestimulación del circuito dopaminérgico asociada al ‘querer’ sin la contraparte hedónica del ‘gustar’ puede contribuir a la aparición de trastornos como la ansiedad y la depresión. Al no experimentar la satisfacción esperada, el individuo percibe un incremento en el malestar emocional, reforzando así el uso compulsivo de la tecnología en un intento infructuoso por alcanzar la gratificación que nunca se consolida.

Ejemplo: Imaginemos el caso de un adolescente que revisa compulsivamente su teléfono cada pocos minutos en busca de notificaciones. Cada vez que ve el ícono de un mensaje nuevo, su núcleo accumbens se activa, anticipando una recompensa potencial. Sin embargo, al abrir la notificación, el placer real es casi inexistente, ya que el contenido suele ser trivial. Este patrón se repite, generando un ciclo en el que el adolescente “quiere” más notificaciones, pero prácticamente no “gusta” del contenido. La incesante búsqueda de estímulos no satisface la necesidad interna, alimentando el malestar y la ansiedad.

Vinculación de Estrategias con la Ciencia:

Para contrarrestar estos efectos, es fundamental implementar hábitos que fomenten la gratificación diferida y reduzcan la dependencia de estímulos digitales. La terapia cognitivo-conductual (TCC), por ejemplo, ha demostrado eficacia en la modificación de patrones de comportamiento adictivo. Esta intervención, al fomentar la toma de conciencia de los propios hábitos, puede propiciar cambios en la neuroplasticidad de las vías de recompensa. La TCC enseña al individuo a reconocer las distorsiones cognitivas asociadas a la percepción de la tecnología como fuente inmediata de gratificación, reconfigurando así los circuitos dopaminérgicos para recuperar un equilibrio funcional.

Comprender la distinción entre ‘querer’ y ‘gustar’ en el contexto de la adicción digital proporciona una perspectiva valiosa para abordar el uso compulsivo de la tecnología. Al reconocer que el deseo de interactuar con dispositivos no siempre se traduce en satisfacción real, podemos diseñar intervenciones más efectivas.

Desde una perspectiva filosófica, autores como Zygmunt Bauman han descrito la “modernidad líquida” como un estado en el que las relaciones y valores son frágiles, breves y poco arraigados. Marshall McLuhan, por su parte, concebía la tecnología como una extensión del ser humano, alterando radicalmente nuestras percepciones y relaciones. En un mundo donde lo digital se convierte en un apéndice de la experiencia humana, equilibrar el ‘querer’ con el ‘gustar’ significa recuperar la capacidad de saborear momentos significativos. Al hacerlo, no sólo preservamos nuestra salud mental y nuestro bienestar, sino que también reafirmamos nuestra humanidad en medio de la incesante corriente de estímulos virtuales que nos rodean.

“La comprensión profunda de nuestros impulsos internos frente a la tecnología nos recuerda que la verdadera sabiduría radica en saber cuándo desear, cuándo disfrutar y cuándo desprenderse.”

🧠✨ Neurociencia de la Adicción Digital 🎮📱

Distinción entre ‘querer’ y ‘gustar’ 🤔❤️

Este texto está redactado de forma que resulte comprensible, divertido y atractivo para niños de 5 a 12 años en el año 2025.

Imagina que estás leyendo un “nivel” más de tu videojuego favorito 🎮 o un nuevo capítulo de tu serie de streaming 📺. Aquí usaré palabras sencillas, ejemplos de videojuegos, redes sociales y tecnología, para que todo sea súper entretenido y fácil de entender. Además, voy a mantener algunas ideas importantes de la ciencia pero explicándolas como si fueran “jefes finales” 👾 o “misiones secretas” 🕵️‍♂️ que tu cerebro intenta superar.

¿Alguna vez has sentido que no puedes dejar de mirar tu tablet 📱,
Tu smartphone 📲, o la pantalla de tu consola de videojuegos 🎮, incluso cuando no estás pasando realmente un buen rato?

¡No te preocupes, no eres el único! 😊

Hay una cosa que sucede dentro de nuestro cerebro 🧠, como si fuera un “juego interno” 🎯, donde a veces queremos muchas notificaciones 🔔, “likes” 👍 y mensajes 💬, pero cuando los obtenemos, la verdad es que no disfrutamos tanto como pensábamos 😕.

Esto no es magia 🪄, es algo que la neurociencia (la ciencia que estudia cómo funciona el cerebro) está tratando de entender 🔍.

¿Qué es eso de ‘querer’ y ‘gustar’? 🤔❤️

Imagina que estás en un videojuego super popular 🎮, con un montón de “skins” 👕, “emotes” 💃 y “power-ups” ⚡. “Querer” 🤲 es como esa sensación de que necesitas conseguir la nueva arma láser 🔫 o el último baile para tu personaje 💃, aunque no sepas si te va a encantar cuando lo uses. “Gustar” 😊, en cambio, es cuando algo realmente te da placer de verdad, como comer tu dulce favorito 🍭 o reírte con un meme muy gracioso 😂.

Unos científicos muy famosos 👩‍🔬👨‍🔬 (Berridge & Robinson, 1998) descubrieron que nuestro cerebro tiene circuitos distintos para “querer” y para “gustar”. Esto significa que puedes estar súper emocionado 🤩 por revisar tu app de videos una y otra vez, aunque después, al ver las notificaciones, te des cuenta de que no te hacen sentir tan bien como esperabas 😐.

El cerebro y sus “mapas secretos” 🗺️🧠:

Dentro de tu cerebro, hay unas partes que trabajan como el equipo de programadores de tu videojuego favorito 👨‍💻👩‍💻. Una parte, llamada núcleo accumbens 🔴, es la que te dice “¡Hey, puede haber algo genial a la vuelta de la esquina!” 🤩, te empuja a querer más. Otra parte, como la corteza orbitofrontal 🔵, es la que decide si eso que conseguiste es realmente divertido y placentero 😄, o no tanto 😕. Cuando “querer” gana la batalla dentro de tu cabeza ⚔️, te pasas el día actualizando la página 🔄, revisando notificaciones 🔔, esperando algo increíble. Pero si “gustar” no sube de nivel 📈, no sientes una verdadera satisfacción.

 

¿Por qué esto puede ser un problema? ⚠️

Si siempre estás buscando recompensas digitales (más “likes” 👍, nuevos mensajes 💬, el siguiente video 📹), pero casi nunca te sientes realmente feliz con lo que consigues 😔, puedes terminar sintiéndote inquieto 😣, ansioso 😰, o incluso un poco triste 😢. Es como cuando esperas un súper regalo de cumpleaños 🎁 y, al abrirlo, descubres algo que ni siquiera querías 😕.

Esa decepción hace que a veces repitas el ciclo sin darte cuenta 🔄, tratando de encontrar esa sensación agradable que no llega.

Un ejemplo muy común 📱:

Piensa en un amigo imaginario 👦 que revisa su teléfono cada 5 minutos ⏱️.

Cada vez que ve una notificación 🔔, siente como si hubiera un superpoder a punto de desbloquearse ⚡.

Su cerebro dice “¡Vamos, revisa ya!” 🧠, y él no puede resistirse 🤷‍♂️.

Pero al abrir el mensaje 📩, se encuentra con algo aburrido, nada especial 😑.

¿Resultado? Sigue buscando más notificaciones, más “me gusta” 👍, sin jamás sentir un placer real 😕.

Es un ciclo sin final, como correr en una rueda sin llegar a ninguna parte 🐹🔄.

¿Cómo escapar de este “jefe final”? 👾🛡️

Hay “herramientas” 🛠️ que los expertos recomiendan, algo así como hacks para tu mente 🧠.

La terapia cognitivo-conductual (TCC) 🧩 algo que sólo un psiquiatra experto certificado puede realizar, es como un entrenador 👨‍🏫 que te ayuda a darte cuenta de cuándo tu cerebro te está engañando 🤔, haciéndote pensar que necesitas seguir buscando más y más notificaciones 🔔, aunque no te hagan feliz 😊.

Si aprendes a reconocer esos trucos 🕵️‍♀️, tu cerebro puede “reconfigurar sus circuitos” 🔧 para que no estés siempre atrapado en el mismo nivel.

La moraleja final 🌟

En este mundo lleno de pantallas 📱 y notificaciones 🔔,
es importante recordar que no todo lo que queremos 🤲
nos hace felices de verdad 😊.

A veces, “querer” 🤲 y “gustar” ❤️ no van de la mano 🤝,
y por eso es bueno aprender a reconocer la diferencia 🔍.

La moraleja es 📜:
“Antes de buscar más y más 🔍,
pregúntate si lo que ya tienes realmente te hace sonreír 😊.
El verdadero tesoro 💎 no es siempre el que quieres encontrar 🗺️,
sino el que te da alegría cuando lo obtienes.” ✨🎁

En la siguiente sección, analizaremos cómo, desde la neurociencia, la adicción a la tecnología impacta el sistema de recompensa y la corteza prefrontal, afectando el control de impulsos y la formación de hábitos saludables. 

Desde una perspectiva neurocientífica, la adicción a la tecnología afecta áreas clave del cerebro, como el sistema de recompensa y la corteza prefrontal, responsable del control de impulsos y la planificación a largo plazo. La exposición prolongada a estímulos digitales:

  • Refuerza patrones de gratificación inmediata, disminuyendo la capacidad de disfrutar actividades menos estimulantes, como la lectura o la interacción cara a cara.

     

  • Altera la neuroplasticidad, dificultando el establecimiento de nuevos hábitos saludables.

     

  • Incrementa la impulsividad, haciendo más difícil resistirse a revisar constantemente dispositivos, incluso en ausencia de notificaciones. (American Psychological Association. (2023).

     

Datos Curiosos:

Reconocer la adicción a la tecnología es el primer paso hacia un uso más consciente y equilibrado. Al comprender sus bases neurobiológicas y sus implicaciones psicológicas, podemos tomar decisiones más informadas y recuperar el control de nuestra atención y bienestar.

A continuación, exploraremos cómo nuestra identidad y relaciones interpersonales están influenciadas por la modernidad líquida y las dinámicas cambiantes de la era digital, marcando un puente hacia la comprensión de “Modernidad Líquida: Una Sociedad en Constante Transformación.”

Modernidad Líquida:
Una Sociedad en Constante Transformación.

La Fragilidad de las Relaciones y la Identidad en la Era Digital.

En los párrafos anteriores, exploramos cómo la adicción a la tecnología afecta nuestra capacidad de autorregulación y bienestar psicológico. Esta dependencia digital no opera en un vacío; está intrínsecamente ligada a un fenómeno social más amplio que el filósofo y sociólogo Zygmunt Bauman denominó “modernidad líquida”. En esta etapa de transformación constante, los cimientos que tradicionalmente sustentaban nuestras relaciones e identidad se han vuelto inestables, moldeados por la velocidad y superficialidad de las interacciones digitales.

Una Sociedad en Constante Transformación.

En el capítulo anterior, exploramos cómo la adicción a la tecnología afecta nuestra autorregulación y bienestar psicológico, enmarcados en la “modernidad líquida” de Zygmunt Bauman, donde las relaciones e identidades se vuelven inestables debido a la rapidez y superficialidad de las interacciones digitales. Esta transformación constante de la sociedad influye en la educación familiar, especialmente considerando el funcionamiento primitivo del cerebro humano.

La Neurociencia de la Adicción Digital.

La tecnología digital interactúa con los circuitos de recompensa de nuestro cerebro, particularmente los sistemas dopaminérgicos. La dopamina, un neurotransmisor clave en la experiencia de placer y motivación, se libera en respuesta a estímulos gratificantes, como recibir “likes” en redes sociales o mensajes instantáneos. Esta liberación refuerza comportamientos que buscamos repetir, formando la base de hábitos y potenciales adicciones.

En la sección anterior, dedicada a la “Neurociencia de la Adicción Digital”, analizamos cómo la interacción constante con dispositivos tecnológicos estimula los circuitos de recompensa del cerebro, incidiendo en los sistemas dopaminérgicos y reforzando patrones de comportamiento que pueden evolucionar en hábitos compulsivos o adictivos. Ahora bien, profundizaremos en la “Trampa de Satisfacción Digital”, un fenómeno que ejemplifica con nitidez la transición desde la mera exposición a estímulos reforzantes hacia un estado de dependencia psicológica, insuflando nuevas interrogantes sobre el delicado equilibrio entre la vida digital y el bienestar mental.

La Trampa de Satisfacción Digital.

La era de la hiperconectividad nos proporciona recompensas instantáneas: notificaciones, “me gusta” y mensajes que, al activar la liberación de dopamina, generan una sensación inmediata de placer. No obstante, esta gratificación fugaz resulta efímera y puede conducir a un patrón de búsqueda continua de estimulación, sin alcanzar una satisfacción perdurable. Dicho ciclo de insatisfacción incrementa la vulnerabilidad ante emociones negativas, al tiempo que favorece la aparición de estados ansiosos y depresivos. Montag, C., & Diefenbach, S. (2018).

Impacto en la Salud Mental.

La constante persecución de la gratificación inmediata afecta la capacidad de autocontrol, disminuye la tolerancia a la frustración y complica la consolidación de virtudes fundamentales, como la perseverancia y la resiliencia, imprescindibles para el logro de metas a largo plazo. Esta dinámica erosiona la salud mental, incrementando el riesgo de trastornos emocionales y afectivos Young, K. S. (2007).

Asimismo, las diferencias individuales —como factores genéticos, contextos socioculturales y condiciones ambientales— pueden modular la susceptibilidad a la adicción digital y sus efectos cognitivos, neurobiológicos y psicológicos Petersen, K. U., Weymann, N., Schelb, Y., Thiel, R., & Thomasius, R. (2009).

De esta forma, comprender los procesos de neuroplasticidad implicados se torna fundamental. La exposición persistente a estímulos digitales refuerza ciertas vías neuronales y debilita otras, afectando la capacidad del córtex prefrontal para regular impulsos y ejercer control ejecutivo. Lin, Y.-H., Chang, L.-R., Lee, Y.-H., Tseng, H.-W., Kuo, T. B. J., & Chen, S.-H. (2015). Development and validation of the Smartphone Addiction Inventory (SPAI). PloS One, 9(6), e98312. 

Esta reorganización cerebral puede contribuir a una mayor dependencia y una marcada dificultad para desacoplarse de la dinámica digital, abriendo espacios para la intervención y la prevención a través de estrategias basadas en evidencia. Psicólogos Costa Rica, Carcedo Martín, D. [Psicoactiva]. (2024, 3 de diciembre).

Conclusión.

La “Trampa de Satisfacción Digital” nos sumerge en un ciclo perpetuo de búsqueda de gratificación inmediata, minando la salud mental y el bienestar general. Sin embargo, comprender en profundidad los mecanismos neurobiológicos, cognitivos y sociales que subyacen a este fenómeno, así como adoptar estrategias preventivas y correctivas basadas en evidencia científica, puede facultarnos para reconducir nuestra relación con la tecnología. Al desarrollar una conciencia crítica sobre nuestras prácticas digitales, se vislumbra la posibilidad real de romper el ciclo, desplegando un panorama en el que la vida digital y la real coexistan de forma armónica y constructiva.

La conciencia crítica sobre la interacción digital
es como un faro que ilumina la travesía
entre la inmediatez de los clics
y la profundidad de la plenitud interior.

Cada elección consciente en el entorno digital
es un paso firme hacia la recuperación
del autodominio humano.

En los siguientes párrafos, exploraremos cómo la exposición constante a estímulos digitales puede llevar a una “hiperestimulación” de los circuitos dopaminérgicos, alterando la neuroplasticidad y aumentando el riesgo de trastornos como la depresión y la ansiedad.

La exposición constante a estos estímulos digitales puede llevar a una “hiperestimulación” de los circuitos dopaminérgicos, alterando la neuroplasticidad, es decir, la capacidad del cerebro para reorganizarse y formar nuevas conexiones neuronales. Estudios recientes han demostrado que el uso excesivo de dispositivos digitales puede afectar el desarrollo neuropsicomotor y aumentar el riesgo de trastornos como la depresión y la ansiedad. García, M. L., & Pérez, J. A. (2020).

Impacto en el Desarrollo Infantil.

La infancia es un período crítico para el desarrollo cerebral, caracterizado por una alta plasticidad neuronal. Durante esta etapa, el cerebro es especialmente susceptible a influencias ambientales, y la exposición repetida a estímulos digitales puede moldear las conexiones neuronales de manera significativa. Investigaciones han asociado la exposición temprana y excesiva a pantallas con retrasos en el desarrollo cognitivo y del lenguaje, así como con un mayor riesgo de sobrepeso y déficit de atención. Cerisola, A. (2017).

Además, el uso de dispositivos móviles para calmar a los niños puede interferir con el desarrollo de habilidades esenciales de autorregulación emocional. La dependencia de estos dispositivos para manejar emociones dificulta que los niños aprendan a tolerar la frustración y a desarrollar mecanismos internos de afrontamiento, lo que puede llevar a una mayor reactividad emocional en el futuro. Cadena SER. (2024, 18 de septiembre).

La sociedad contemporánea, en su constante transformación, presenta desafíos únicos para el desarrollo infantil y la dinámica familiar. Comprender los mecanismos neurobiológicos subyacentes a la adicción digital y su impacto en el desarrollo es esencial para implementar estrategias efectivas que promuevan un equilibrio saludable entre la vida digital y real. Al hacerlo, podemos fortalecer los lazos familiares y garantizar un desarrollo integral de las futuras generaciones.

Este capítulo ha sido traducido especialmente para que los niños y niñas que usan mucho la tecnología puedan entenderlo fácilmente. Sabemos que vivir en un mundo lleno de pantallas puede ser emocionante, pero también desafiante, especialmente cuando todo parece girar alrededor de los celulares, las tablets y los videojuegos. Aquí encontrarás explicaciones claras y ejemplos divertidos que te ayudarán a entender cómo la tecnología afecta tu vida y qué puedes hacer para usarla de forma más equilibrada, como un verdadero experto en este juego llamado vida. 🎮✨

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Tus seres queridos requieren conocer esta información para cuidar su salud digital.

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